La enfermedad ocular tiroidea (EOT) es una afección autoinmune compleja que afecta a los tejidos que rodean los ojos. Suele provocar síntomas como hinchazón, enrojecimiento, ojos saltones, visión doble y sensibilidad a la luz. Controlar estos síntomas es esencial para mejorar la calidad de vida del paciente y prevenir complicaciones a largo plazo.
Aunque las intervenciones quirúrgicas son a veces necesarias en los casos graves, muchos pacientes se benefician de las opciones de tratamiento no quirúrgico de la enfermedad ocular tiroidea. Estos enfoques tienen como objetivo aliviar los síntomas, controlar la inflamación y ralentizar la progresión de la enfermedad. Veamos cuáles son los más eficaces opciones de tratamiento no quirúrgico disponibles para el TED.
Tratamientos con corticosteroides
Los corticosteroides son una piedra angular en el tratamiento de la DET, sobre todo durante la fase activa de la enfermedad, cuando la inflamación es máxima. Estos medicamentos ayudan a reducir la hinchazón y la inflamación alrededor de los ojos. Los corticosteroides pueden administrarse en diversas formas, como comprimidos orales, infusiones intravenosas o inyecciones.
A menudo se prefieren los corticoides intravenosos por sus rápidos y potentes efectos antiinflamatorios. Sin embargo, el uso prolongado de corticoesteroides puede provocar efectos secundarios como aumento de peso, cambios de humor o un mayor riesgo de infecciones, por lo que es esencial un seguimiento cuidadoso por parte de un profesional sanitario.
Tepezza (Teprotumumab)
Tepezza es el primer medicamento aprobado por la FDA diseñado explícitamente para la enfermedad ocular tiroidea. Se dirige e inhibe el receptor del factor 1 de crecimiento similar a la insulina (IGF-1R), que desempeña un papel clave en el proceso inflamatorio asociado a la DET. Los ensayos clínicos han demostrado que el Tepezza puede reducir significativamente el abombamiento ocular (proptosis), la visión doble y otros síntomas de la DET.
Colirios y pomadas lubricantes
La sequedad ocular es una queja frecuente entre los pacientes con DET. Las lágrimas artificiales y las pomadas oculares lubricantes pueden aliviar la sequedad, la irritación y la sensación de arenilla que suelen asociarse a esta afección. En general, se recomiendan colirios sin conservantes para minimizar el riesgo de irritación.
Para los casos más graves, pueden ser beneficiosos los lubricantes a base de gel o las pomadas nocturnas. Estos productos ayudan a mantener la humedad en la superficie ocular, mejorando el confort y reduciendo el riesgo de lesiones corneales.
Gafas prismáticas para visión doble
La visión doble, o diplopía, es un síntoma frecuente de la DET debido a la desalineación de los músculos oculares. Las gafas prismáticas pueden ayudar a corregir este problema realineando los campos visuales y permitiendo al paciente ver una sola imagen. Estas lentes especializadas se adaptan a las necesidades de cada persona y pueden mejorar significativamente el funcionamiento diario.
En algunos pacientes, el uso de un parche sobre un ojo también puede aliviar temporalmente la visión doble, aunque este método suele utilizarse como solución a corto plazo.
Medicamentos antiinflamatorios
Además de los corticoesteroides, existen otros medicamentos antiinflamatorios que pueden ayudar a controlar el TED. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, pueden ayudar a reducir la inflamación leve y las molestias. Sin embargo, suelen utilizarse como tratamientos complementarios y no como terapias primarias de la DET.
En algunos casos, pueden recetarse fármacos inmunosupresores como el micofenolato mofetilo o el metotrexato para ayudar a controlar la respuesta autoinmunitaria causante de la enfermedad. Estos medicamentos requieren un seguimiento cuidadoso debido a sus posibles efectos secundarios, pero pueden reducir eficazmente la inflamación y ralentizar la progresión de la enfermedad.
Radioterapia
La radioterapia es una opción no quirúrgica menos utilizada para la DET, pero puede reducir eficazmente la inflamación y controlar los síntomas en algunos casos. Este tratamiento se dirige a los tejidos que rodean los ojos con dosis bajas de radiación para reducir la actividad de las células inmunitarias que causan la inflamación. La radioterapia suele combinarse con otros tratamientos, como los corticosteroides, para conseguir un efecto sinérgico.
Aunque puede beneficiar a algunos pacientes, los riesgos potenciales y los efectos secundarios deben discutirse a fondo con un especialista, incluido el daño a los tejidos circundantes.
Modificaciones del estilo de vida para la enfermedad ocular tiroidea (EOT)
Los cambios sencillos en el estilo de vida también pueden desempeñar un papel importante en el control de los síntomas del TED. Por ejemplo:
- Deje de fumar: El tabaquismo es un factor de riesgo importante para la progresión de la DET y puede reducir la eficacia de los tratamientos. Dejar de fumar puede ayudar a mejorar los resultados y ralentizar la enfermedad.
- Controlar el estrés: El estrés puede exacerbar las afecciones autoinmunitarias, incluida la DET. Incorporar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o ejercicios de respiración profunda puede ayudar a controlar el estrés.
- Proteja sus ojos: Llevar gafas de sol con protección UV puede proteger sus ojos de la luz solar, el viento y otros irritantes ambientales. Además, utilizar un humidificador en casa puede ayudar a prevenir la sequedad ocular al mantener niveles adecuados de humedad en el aire.
Ajustes dietéticos
Una dieta sana y antiinflamatoria puede favorecer la salud ocular general y complementar otros tratamientos de la DET. Incorpore alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, las nueces y las semillas de lino, que pueden ayudar a reducir la inflamación.
Las frutas y verduras frescas, sobre todo las ricas en antioxidantes como la vitamina C y el betacaroteno, pueden favorecer la salud ocular. Limitar los alimentos procesados, los azúcares refinados y las grasas poco saludables puede ayudar a controlar la inflamación y mejorar los síntomas.
Fisioterapia para el tratamiento de los músculos oculares
Para los pacientes que experimentan restricciones en los movimientos oculares o dificultades para enfocar, la fisioterapia diseñada específicamente para los músculos oculares puede ser de ayuda. Los ejercicios guiados pueden mejorar la fuerza y la coordinación muscular, reduciendo las molestias y mejorando la función ocular en general. Este enfoque no invasivo puede ser un complemento eficaz de otros tratamientos, sobre todo para quienes padecen visión doble persistente o rigidez en el movimiento ocular.
Apoyo emocional y asesoramiento
Vivir con DET puede ser un reto emocional debido a su impacto en la apariencia y el funcionamiento diario. Buscar apoyo en servicios de asesoramiento, grupos de apoyo o comunidades en línea puede proporcionar un valioso alivio emocional y consejos prácticos de otras personas que comparten experiencias similares.
Combinación de opciones de tratamiento no quirúrgico para obtener resultados óptimos y evitar la cirugía
Una combinación de opciones de tratamiento no quirúrgico de la enfermedad ocular tiroidea suele proporcionar los mejores resultados. Por ejemplo, los pacientes pueden utilizar colirios lubricantes junto con corticosteroides o combinar la radioterapia con infusiones de Tepezza.
La combinación adecuada de tratamientos depende de la gravedad de la enfermedad, del estado general de salud del paciente y de su respuesta a las distintas terapias. Un enfoque personalizado, guiado por un especialista, garantiza que cada paciente reciba la atención más eficaz.
Las opciones de tratamiento no quirúrgico de la enfermedad ocular tiroidea ofrecen diversas estrategias para controlar los síntomas, reducir la inflamación y mejorar la calidad de vida. Desde medicamentos como el Tepezza y los corticosteroides hasta modificaciones del estilo de vida y terapias de apoyo, estos enfoques proporcionan alivio a muchos pacientes.
La clave del éxito radica en el diagnóstico precoz, los planes de tratamiento personalizados y el seguimiento periódico por parte de un equipo sanitario. Explorando y combinando estas opciones, los pacientes pueden controlar su enfermedad y obtener mejores resultados.