Las ojeras se conocen como ojeras periorbitarias e intraorbitarias. Aunque no suelen ser motivo de preocupación médica, son estéticamente desagradables para muchas personas y pueden aparecer en todos los grupos de edad. Visualmente, las ojeras se caracterizan por diferencias de color entre la zona palpebral (región alrededor de los párpados) y las zonas circundantes de la piel facial. Aunque existen diversas opciones de tratamiento, las ojeras representan un reto común y multifactorial en el mundo de la medicina estética.
¿Qué son las ojeras?
Ojeras son decoloraciones o sombras bajo los ojos. Son el resultado de diversos factores, como la anatomía facial profunda, los cambios en los tejidos blandos y las aportaciones de la piel. Dependiendo del tono de la piel, la genética, el envejecimiento, el estilo de vida y la salud, las ojeras pueden ser azuladas, marrones, violáceas o una mezcla de ambas. Desde el punto de vista médico, se conocen con varios nombres, como "ojeras infraorbitarias", "pigmento infraorbitario", "ojeras" y "bolsas del párpado inferior". Etiología es multifactorial, con factores tanto fisiológicos como ambientales. El aspecto oscuro se debe a una combinación de factores como el adelgazamiento de la piel de las ojeras, la visibilidad de los vasos sanguíneos/capilares, las sombras producidas por la hinchazón o la oquedad, la hiperpigmentación o una mezcla de todos ellos.
La relación entre los problemas de tiroides y las ojeras
Los trastornos tiroideos son un grupo de enfermedades en las que la glándula tiroides es hipoactiva (hipotiroidismo), hiperactiva (hipertiroidismo) o de naturaleza autoinmune (por ejemplo, enfermedad de Graves, tiroiditis de Hashimoto). Estos trastornos se manifiestan a través de numerosos efectos sistémicos sobre la piel, el equilibrio de líquidos y el metabolismo, todo lo cual puede provocar indirectamente cambios visibles bajo los ojos.
El hipotiroidismo puede causar fatiga, aumento de peso y retención de líquidos, provocando hinchazón alrededor de los ojos. Esa hinchazón puede proyectar sombras, haciendo más visibles las ojeras. El hipotiroidismo provoca edema (hinchazón o retención de líquidos). Además, la ralentización metabólica del hipotiroidismo hace que la piel se vuelva más fina o pierda elasticidad. Esto, a su vez, hace más visibles los vasos sanguíneos y capilares bajo la piel.
Por lo tanto, aunque los problemas de tiroides pueden contribuir a la aparición de ojeras, no son un signo definitivo de enfermedad tiroidea en sí mismos.
Otras causas comunes de las ojeras
Como se mencionó anteriormente, las ojeras tienen razones multifactoriales y aparte de los problemas de tiroides y otros factores fisiológicos, las alergias, el envejecimiento, la falta de sueño, y la hiperpigmentación también están asociados en su desarrollo. Algunas de las causas establecidas son:
Falta de sueño o mala calidad del sueño
La falta de sueño reduce el flujo sanguíneo y hace que la piel parezca más pálida, lo que hace que los vasos subyacentes sean más visibles. Además, estar tumbado boca arriba provoca la acumulación de líquido bajo los ojos, lo que aumenta la hinchazón y la oscuridad.
Genética y anatomía de la piel
Algunas personas tienen naturalmente menos grasa subcutánea y una piel más fina bajo los ojos debido a la preponderancia genética. Esto hace que las venas subyacentes sean más visibles o que los surcos lagrimales (huecos) sean más profundos, lo que proyecta sombras.
Cambios relacionados con la edad
El proceso natural de envejecimiento implica la pérdida de colágeno y elastina, el adelgazamiento de la piel y la ralentización de la renovación y el recambio celular. Esto hace que la zona de debajo de los ojos sea más propensa a mostrar venas, decoloración o hundimiento.
Alergias y sinusitis
Las reacciones alérgicas aumentan la inflamación e inducen ataques de estornudos. Además, las personas pueden frotarse los ojos de forma forzada y excesiva, lo que provoca la dilatación de los vasos sanguíneos o la aparición de hematomas. Asimismo, la congestión puede provocar retención de líquidos e hinchazón.
Nutrición, hidratación y estilo de vida
La carencia de hierro (anemia) puede provocar palidez y hacer más visibles los vasos sanguíneos. La deshidratación, el consumo elevado de sal, el consumo de alcohol y el tabaquismo pueden afectar al equilibrio de líquidos y a la salud de la piel y los ojos.
Pigmentación y afecciones cutáneas
La exposición excesiva al sol, los cambios hormonales o la predisposición genética pueden provocar hiperpigmentación (exceso de melanina). Los trastornos cutáneos como la dermatitis o el eccema también pueden provocar oscurecimiento (debido a la irritación, el roce, el picor y los cambios pigmentarios postinflamatorios).
Enfermedades subyacentes
Más allá de la tiroides, las enfermedades renales, hepáticas o los trastornos del sueño (como la apnea del sueño) pueden contribuir a través de la retención de líquidos, la mala circulación o los efectos metabólicos.
Si los problemas de tiroides son la causa probable de las ojeras
Dado que la enfermedad tiroidea es sólo una de las muchas causas posibles, es importante buscar patrones y otros síntomas para determinar la afectación de la tiroides. Estos incluyen:
- Otros signos de enfermedad tiroidea son fatiga, sensibilidad al frío, aumento o pérdida de peso, alteraciones del ritmo cardíaco, cambios de humor, piel seca, adelgazamiento del cabello, las pestañas o las cejas.
- Bolsas persistentes o hinchadas debajo de los ojos.
- Ojeras que no desaparecen con la mejora del sueño, los tratamientos antialérgicos, la hidratación o el cuidado de la piel.
- Inflamación alrededor de los ojos, hinchazón de los párpados, enrojecimiento, molestias, ojos saltones o protuberantes o cambios en el movimiento de los párpados, como incapacidad o dificultad para cerrarlos debido a ojos protuberantes.
- Antecedentes de enfermedad tiroidea (hipo o hipertiroidismo)
Tratamiento y gestión
Eficaz tratamiento y gestión de las ojeras dependen de la identificación de la causa subyacente, ya esté relacionada con la tiroides, el estilo de vida o el medio ambiente.
El primer paso es descartar o confirmar la implicación de la tiroides en la manifestación de las ojeras y para ello es necesario realizar una prueba de la función tiroidea.
Evaluación médica
- Pruebe la función tiroidea: TSH, T4, T3, anticuerpos antitiroideos si procede.
- Comprobar si hay anemia (niveles de hierro, vitamina B12).
- Evaluar alergias, calidad del sueño y pruebas de función del sueño, función renal y hepática si procede, especialmente si se sospecha anemia.
Si se descartan los problemas relacionados con la tiroides, el siguiente paso es el alivio sintomático para abordar otros factores externos relacionados con el estilo de vida y el medio ambiente.
Cambios en el estilo de vida y remedios caseros
- Mejore la higiene del sueño y procure descansar de forma constante. Si duermes boca arriba, eleva ligeramente la cabeza para reducir la acumulación de líquidos.
- Manténgase hidratado con 6 - 8 vasos de agua al día y reduzca el consumo de sal.
- Evite frotarse los ojos constantemente y protéjase de los alérgenos.
- Protéjase del sol con crema solar y lleve gafas de sol.
- Mantener una buena nutrición con proteínas adecuadas, vitaminas C, K y hierro.
Practicar el cuidado de la piel
- Utilice cremas para el contorno de ojos que contengan ingredientes que favorezcan el grosor de la piel y reduzcan la pigmentación (por ejemplo, vitamina C, retinol y péptidos).
- Las compresas frías pueden ayudar temporalmente a reducir la hinchazón.
- Intervenciones médicas
- Terapias con láser o luz y peelings químicos para la pigmentación oscura de las ojeras.
- Rellenos o cirugía estética (como la blefaroplastia) cuando existe un componente de ahuecamiento o hinchazón importante.
Tratamiento de las enfermedades tiroideas
- Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo deben tratarse adecuadamente para ayudar a reducir la hinchazón, la retención de líquidos y la ralentización metabólica relacionadas.
- Si enfermedad ocular tiroidea (EOT) se debe iniciar el control de la inflamación, el cuidado de los ojos, posiblemente la inmunomodulación u otros tratamientos bajo supervisión oftalmológica.
Cuándo acudir al médico
Las ojeras suelen ser benignas y de naturaleza cosmética. Pero es prudente consultar a un proveedor de atención médica si:
- Si las ojeras aparecen de repente o son asimétricas (por ejemplo, un lado se ve mucho peor).
- Si las ojeras se manifiestan junto con otros síntomas como dolor ocular, cambios en la visión, hinchazón y/o enrojecimiento.
- Sospecha de enfermedades causales conocidas no diagnosticadas (trastorno tiroideo, renal, hepático, etc.).
- Las mejoras en el estilo de vida no tienen ningún efecto.
Controle las ojeras con la ayuda del Dr. Raymond Douglas
Las ojeras están causadas principalmente por una mezcla de estilo de vida, genética, envejecimiento, alergias y características de la piel. Pero en algunos casos, los problemas tiroideos subyacentes también pueden ser un factor causante. (inflamación, hinchazón).
Si usted sospecha que su tiroides puede estar jugando un papelo si sus ojeras son graves o persistentes, no dude en concertar una cita con el Dr. Raymond Douglas.