¿Con qué frecuencia debo consultar a un oftalmólogo o endocrinólogo por mi enfermedad ocular tiroidea?

¿Con qué frecuencia debo consultar a un oftalmólogo o endocrinólogo por mi enfermedad ocular tiroidea?

Foto de Raymond Douglas, MD PHD

Raymond Douglas, MD PHD

Especialista en Oculoplástica Reconstructiva y Estética

¿Se ha preguntado alguna vez si su tiroides alterada puede estar causando algo más que estragos en su metabolismo? Para millones de personas, los trastornos tiroideos provocan un efecto secundario sorprendente y frustrante conocido como enfermedad ocular tiroidea (EOT). La DET afecta entre el 25 y el 50% de las personas que padecen trastornos tiroideos (como la enfermedad de Graves) y puede afectar significativamente a la visión, el aspecto, el bienestar general y la calidad de vida.

Si le han diagnosticado recientemente enfermedades oculares tiroideas -o ha vivido con DET durante años- puede que se pregunte con qué frecuencia debe acudir a un oftalmólogo o endocrinólogo. ¿Debería ver a uno? ¿Debería ver a ambos? ¿Cómo puede ayudarle un profesional médico de forma que el otro no pueda? La respuesta no es única, pero conocer su enfermedad y elaborar un plan de cuidados es esencial para tratar la DET y recuperar la salud.

¿Es usted nuevo en la navegación de los trastornos de la tiroides y sus efectos sobre su salud? ¿Está familiarizado con los pecados reveladores de la DET? Independientemente de su experiencia, es esencial establecer un equipo de atención sanitaria con revisiones rutinarias para controlar la enfermedad ocular tiroidea.

Visión general del TED y su relación con los trastornos tiroideos

La enfermedad ocular tiroidea (EOT) es una afección autoinmune asociada principalmente al hipertiroidismo, una enfermedad tiroidea hiperactiva relacionada con trastornos más graves como la enfermedad de Graves. Sin embargo, la DET no se limita a una afección autoinmune. A veces puede presentarse con hipotiroidismo (tiroides hipoactivo) y eutiroidismo (tiroides normal), lo que la convierte en una enfermedad indiscriminada.

Los síntomas pueden ir desde una leve irritación y enrojecimiento hasta signos más graves como ojos saltones (proptosis), visión doble (diplopía) y pérdida de visión (en casos avanzados). Aunque muchos síntomas son cosméticos, estos cambios pueden afectar significativamente a la vida cotidiana, dificultando la realización de tareas menores.

Dado que el TED está tan estrechamente relacionado con los niveles de hormonas tiroideas, el tratamiento del trastorno tiroideo subyacente es fundamental para controlar su progresión.

El papel de los oftalmólogos en el tratamiento de las enfermedades oculares tiroideas

Su oftalmólogo es el mejor defensor de sus ojos en lo que respecta a la enfermedad ocular tiroidea. Estos especialistas se centran en vigilar y tratar los efectos directos de la DET en su visión y salud ocular. Los oftalmólogos ayudan a determinar la gravedad de la enfermedad, lo que les permite recomendar tratamientos mediante la evaluación de los movimientos oculares y la valoración de la salud del nervio óptico.

Los casos leves de enfermedad ocular tiroidea pueden requerir únicamente un tratamiento sintomático, como colirios lubricantes o gafas con lentes prismáticas para la visión doble. Sin embargo, los casos moderados o graves pueden requerir intervenciones más avanzadas, como corticosteroides, radioterapia o cirugía.

Recuerde: las revisiones rutinarias son fundamentales para mantener a raya la enfermedad ocular tiroidea. Las visitas oftalmológicas periódicas permiten la detección precoz de cambios que requieren una actuación rápida, lo que puede salvarle la vista.

Por qué los endocrinos son esenciales para el cuidado de la enfermedad ocular tiroidea y la enfermedad de Graves

Mientras que los oftalmólogos se centran en los ojos, los endocrinólogos abordan la causa raíz de la disfunción tiroidea. Estos especialistas son esenciales para tratar afecciones tiroideas como la enfermedad de Graves, la tiroiditis de Hashimoto y otras afecciones relacionadas que podrían provocar una enfermedad ocular tiroidea. El truco está en conseguir unos niveles estables de hormonas tiroideas, una de las formas más eficaces de prevenir el empeoramiento de los síntomas de la DET y la enfermedad de Graves.

Los endocrinólogos pueden prescribir medicamentos antitiroideos, recomendar terapias con yodo radiactivo o estudiar la posibilidad de una tiroidectomía (extirpación quirúrgica de la glándula tiroides). También controlan otras enfermedades autoinmunes que podrían complicar su tratamiento.

La colaboración entre su endocrinólogo y su oftalmólogo garantiza que su tiroides y su ojo se traten simultáneamente, ya que el empeoramiento de uno provocará el deterioro del otro.

Signos y síntomas de que es hora de acudir al oftalmólogo

  • Cambios bruscos de visión. La visión borrosa, la pérdida de visión de los colores o una sombra oscura en la visión podrían indicar una compresión del nervio óptico (una urgencia médica).
  • Dolor intenso o presión. El dolor ocular persistente, sobre todo si va acompañado de hinchazón o enrojecimiento, puede indicar un empeoramiento de la inflamación.
  • Aumento de la proptosis o visión doble. Si sus ojos se abultan más de lo habitual o su visión doble se hace más frecuente, es necesario ajustar su plan de cuidados.

Aunque lleve años controlando su DET, algunos síntomas específicos justifican una visita inmediata a su oftalmólogo. La atención proactiva es la mejor defensa contra las complicaciones graves, así que no dude en ponerse en contacto con su médico si algo le parece "raro".

Pautas para las revisiones periódicas Atención sanitaria y ajustes

Para la mayoría de los pacientes con DET, la frecuencia de las visitas al oftalmólogo y al endocrinólogo depende de la gravedad de la enfermedad.

  • Casos leves. Lo normal son visitas cada 6-12 meses.
  • Casos moderados a graves. Pueden ser necesarias citas cada 1-3 meses, especialmente durante la fase activa de la enfermedad.
  • Tras cirugía u otras intervenciones. Se necesitan visitas más frecuentes para controlar la recuperación y prevenir complicaciones como las infecciones.

Pueden ser necesarios ajustes en su programa en función de los cambios en los síntomas de la enfermedad ocular tiroidea o de las reacciones y respuestas al tratamiento. Siga siempre los consejos de sus especialistas para una atención personalizada.

La frecuencia con la que visite a su endocrinólogo también dependerá de la gravedad de su enfermedad tiroidea. Por ejemplo, los niveles tiroideos inestables o recién diagnosticados requieren visitas cada 4-6 semanas para ajustar la medicación y evaluar las respuestas al tratamiento. Las personas con una función tiroidea estable programarán citas cada 3-6 meses para controlar y mantener los niveles hormonales.

Coordinación de la atención entre oftalmólogos y especialistas: Un enfoque de equipo para la enfermedad ocular tiroidea

El tratamiento eficaz de la enfermedad ocular tiroidea requiere una comunicación fluida entre el oftalmólogo y el endocrinólogo. Si es posible, elija especialistas familiarizados con el trabajo conjunto, o considere la posibilidad de acudir a una clínica multidisciplinar en la que los especialistas estén integrados. Compartir los resultados de las pruebas, los planes de tratamiento y las actualizaciones entre los proveedores garantiza una atención rápida y prioritaria.

Usted es el miembro más importante de su equipo asistencial. No dude nunca en hacer preguntas, expresar sus preocupaciones o solicitar apoyo adicional, sobre todo si su salud mental se resiente.

Seguimiento a largo plazo y ajustes del estilo de vida de los pacientes con DET

Por desgracia, la enfermedad tiroidea no desaparece de la noche a la mañana, pero un seguimiento a largo plazo puede ayudarle a ser proactivo y evitar posibles complicaciones. Incluso en la fase inactiva, es posible que necesites revisiones periódicas para mantener la estabilidad y detectar nuevos problemas.

Los ajustes en el estilo de vida pueden marcar una diferencia significativa y positiva en el control de la DET:

  • Dejar de fumar. El hábito empeora los síntomas del TED y reduce la eficacia de los tratamientos.
  • Gestionar el estrés. Los niveles elevados de estrés pueden agravar las enfermedades autoinmunitarias. Las técnicas de atención plena y relajación pueden ayudarte a mantener la cabeza fría.
  • Manténgase informado. La investigación sobre el TED está en curso, así que manténgase al día sobre nuevos tratamientos o directrices.

Combinando las revisiones periódicas del endocrinólogo y el oftalmólogo con un autocuidado proactivo, podrá controlar mejor la enfermedad ocular tiroidea y mantener al mismo tiempo una buena calidad de vida.

Fuentes:

https://www.aace.com/patient-journey/thyroid/planning-and-treatment/thyroid-eye-disease

https://www.thyroid.org/management-of-thyroid-eye-disease

https://www.healthcentral.com/slideshow/meet-your-thyroid-eye-disease-care-team

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Contacto Dr Raymond Douglas, MD, PhD

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